Mamá y Nutrióloga funcional

Cuéntanos de ti

Han sido 12 años en donde mi profesión también se convirtió en una pasión de vida. La oportunidad que me da el hecho de ser nutrióloga y poder ayudar a muchas personas a través de la alimentación, me ha dado la energía y el entusiasmo para involucrarme cada día más en el tema.

¿Cuál es tu especialidad?

Estudié Nutrición y Ciencia de los Alimentos, un tiempo después viajé a Madrid para conseguir mi maestría en Nutrición Deportiva donde pude asesorar al equipo deportivo Real Madrid en España. Años después encontré una fascinación por la Nutrición y Medicina Funcional que me llevó a Estados Unidos en donde me certifiqué en Institute for Functional Medicine y soy miembro del American College of Nutrition.

¿Cómo trabajas?

Uno de los enfoques que me encantan de la Nutrición y Medicina Funcional es que se trabaja encontrando la base o causa de las enfermedades o padecimientos, con el objetivo de tratarlos desde ahí con una alimentación y nutrición personalizada. En consulta trato padecimientos o problemas en tiroides, SOP, infertilidad, embarazo, lactancia, enfermedades metabólicas tal como diabetes, resistencia a insulina, hipertensión, hipercolesterolemia, autismo, además de dietas cetogénica (keto) y nutrición deportiva.

¿Cómo tu día a día se mezcla con esta filosofía de bienestar?

Yo soy una persona muy saludable, desde la alimentación no me expongo a químicos, toxinas, etc. Realizo ejercicio de manera rutinaria, tengo buen control de estrés, busco siempre mantener un sueño adecuado y reparador, y también pongo especial atención en buscar siempre a mi alrededor relaciones personales sanas. Además, soy speaker y parte del equipo docente y de investigación del Instituto de Especialización en Medicina Funcional, enseñando y certificando a nuevas generaciones, contamos con 2,500 alumnos.

Ashwagandha, un gran adaptógeno.